Tanto si sois nuevos en Android como si no, estaréis más o menos hartos de ver los típicos anuncios de aplicaciones que prometen (por la gloria de su madre, por Snoopy, o por las bragas de Mafalda), que si usas el Super Ultra Memory Optimizer Android Pro FX, el terminal va a ir más rápido, porque te gestiona la memoria RAM, “matando” aplicaciones en segundo plano. Son las famosas aplicaciones de gestión de memoria RAM, o Task Killer, en este mundillo. Pero, ¿realmente son necesarias estas aplicaciones en un dispositivo Android? Veamos…
El uso de estas aplicaciones o programas son bastante usadas en el mundo Windows, y como los móviles de hoy día son mini ordenadores (con sus procesadores multi núcleo, cantidades cada vez más grandes de memoria RAM… ¡incluso tarjetas gráficas capaces de mover videos en FullHD! ¡Oh maigad!), pensamos que si funciona en un PC, también funcionará en el móvil.
Pero la realidad es bien distinta. Windows gestiona la memoria RAM de manera que cuanta más memoria disponible, más rápidas se ejecutarán las tareas, pero Android es un Sistema Operativo basado en Linux, cuya gestión de la memoria RAM es diametralmente opuesta. Windows y Linux son, en esta cuestión, como el Yin y el Yang, el Blanco y el Negro, el Agua y el Aceite, el Alpha y el Omega, el Bien y el Mal, las Churras y las Merinas, las… Bueno, se entiende, ¿no? Para Android, memoria RAM no ocupada, es RAM desaprovechada.
En estos dispositivos, el sistema carga en memoria todas aplicaciones posibles, con el objetivo de poder acceder a ellas con mayor rapidez la próxima vez que pulsemos el icono en la pantalla y se le solicite al sistema acceder a una aplicación en concreto. Si previamente la hemos eliminado con un programa de estos, la aplicación tardará un poco en ejecutarse debido a que primero tiene que llenar su espacio correspondiente en la memoria.
Y aquí surge una de las preguntas más repetidas en prácticamene la totalidad de los foros con temática Android: “Me he comprado el Samsung Chachipiruliquetodoelmundotiene S20, y teniendo chorrocientos GB de memoria RAM, me marca que tengo muy poca libre… ¿me ha salido malo? ¿Lo tengo que devolver?” Si las collejas virtuales existieran… En fin…
Tener bastante memoria libre puede ser indicativo de dos cosas: o el móvil está vacío, apenas tiene aplicaciones instaladas, o el sistema está mal optimizado y no gestiona muy bien la memoria disponible.
Esto último puede ocurrir con frecuencia, pues Android es un sistema que hay que adaptar a cada dispositivo con sus componentes, y dada su diversidad, no todos los fabricantes consiguen los resultados óptimos en cuestiones de gestión de memoria en todos sus terminales, lo que se traduce en parte en una experiencia de usuario no muy buena (sobre todo en las gamas baja y media), con cierres forzados de aplicaciones, o que algunas en concreto tardan más de lo que deberían en responder.
Los usuarios menos exigentes no verán un problema en esto, pero en general la sensación es un poco molesta. También es cierto que este sistema de gestión de memoria RAM no es muy eficiente, pues como estamos viendo en el mercado, la tendencia es tener dispositivos con cada vez mas memoria RAM debido a este sistema de gestión, también llamado “recolección de basura”, mientras que iOS con apenas 1GB de esta memoria consigue ser mucho más eficiente que Android (abro paragüas). Pero eso es otra película, vaquero.
Conclusiones
De manera que la respuesta es NO, no son necesarios estos programas. Primero por toda la parrafada anterior, y segundo porque el propio sistema se ocupa de eliminar procesos en segundo plano si la memoria está demasiado ocupada. Sí, Android tiene un gestor de memoria incorporado que hace esto automáticamente.
Aun así, Android desde hace bastantes versiones (paso de Googlear, modo vago ON) que ha incluido un botón multitarea, en el que podemos ver las aplicaciones que se están ejecutando en segundo plano, y además funciona como “administrador de tareas”, de manera que si alguna aplicación se nos ha quedado colgada, podemos cerrarla manualmente.
Si notamos que de repente nuestro móvil gasta la batería más rápido de lo que dura un bollo en la puerta de un colegio, o que se calienta tanto que podríamos usarlo para freír un huevo (generalmente se juntan las dos cosas), puede ser porque alguna aplicación mal optimizada esté consumiendo más recursos de lo normal, o que simplemente esa aplicación y tu móvil se llevan tan bien como Pimpinela. Así podemos localizar el problema de calentamiento de tu móvil antes de que te produzca quemaduras de segundo grado en la mano, la teta, el culo, o donde sea que lo lleves.
Por último, hay que tener cuidado con estos programas. Si son gratuitos, seguramente inundarán tu teléfono de publicidad, con lo que a ti te ralentizará el móvil (¿No se supone que era para acelerarlo? Ay, pardillo…), y a el se le llenarán los bolsillos de dinero por las descargas. Y si es de pago, pues bueno, estamos ante un timo de la estampita en toda regla.