Instalar una rom cocinada en Android

 

Instalar una rom cocinada en Android… ¿Sí o no?

 

Si llevas un buen tiempo usando Android, sabrás que una de las ventajas que tiene esta plataforma móvil, es que tiene una comunidad de desarrolladores detrás enorme, gracias a la posibilidad que nos da al poder programar nuestras propias aplicaciones (incluso sin saber programar, ya que hasta existen páginas online que permiten crear una aplicación con funcionalidades básicas), y también algo muy importante, y es modificarlo a nuestro antojo. Y aunque pueda parecer muy complejo, los pasos a seguir son sencillos y cualquiera puede hacerlo desde su casa, aunque hay que hacerlos correctamente, porque aun siendo complicado dejar inutilizado completamente un smartphone con Android, existe ese riesgo.

Yo personalmente no conozco a nadie que lo haya hecho y se haya cargado el móvil (o brick), y sea la situación que sea en la que se haya metido el terminal (como un Bootloop, esto es, reinicio constante sin llegar nunca a cargar el escritorio), prácticamente siempre es posible salir de ello.

romconinadas

 

¿Por qué cambiar la rom?

 

Hay varias razones por la cual se quiere cambiar de rom. Una de las razones puede ser por optimización de la rom cocinada frente a la rom stock del terminal. Tu terminal lo ha fabricado la marca X, y dicha marca, por diferenciarse de las demás (obviamente), programa sus propias aplicaciones y su propio launcher (conjunto de engloba escritorio, cajón de aplicaciones, etc…), dotándole de un aspecto visual único y propio de cada marca, llamada capa de personalización. Debido a este hecho, las marcas modifican de manera sustancial el SO puro que ofrece Google, y obliga a cada marca a optimizar en concreto para cada modelo de smartphone que comercializa.

Debido a esta diversidad, y al actual modelo de negocio de las empresas fabricantes, que sacan móviles de la chistera cual mago sacando conejos, no es de extrañar que la empresa invierta más tiempo y recursos en optimizar sus modelos tope de gama, dejando los terminales de gamas media y baja con rendimientos un poco pobres.

 

Es aquí donde los cocineros (desarrolladores de roms) hacen su buena labor, gastando su valioso tiempo en optimizar la rom stock, haciéndola más ligera quitando aplicaciones pesadas de la marca, u optimizando código fuente, que se traduce en mejoras del consumo de batería, mejoras en la gestión de la memoria RAM, etc… En definitiva, la opción de meter una rom stock cocinada es porque te gusta el aspecto visual de tu terminal y sus funciones, pero no termina de gustarte cómo funciona en conjunto.

 

Una de las roms más famosas de este mundillo son las desarrolladas por el grupo Cyanogen Mod, caracterizadas por ser una rom AOSP (Android Open Source Project – plataforma Open Source de Android), las cuales suelen tener un rendimiento ejemplar, consiguiendo lo más parecido a una “Experiencia Nexus” en un móvil “No Nexus”. El problema que tiene esta rom, es que necesitan bastante tiempo para conseguir rendimientos óptimos en todas sus facetas, pues para poder optimizar las aplicaciones y poder tener acceso a todo el hardware del terminal a toda potencia, se necesita que el fabricante libere los drivers de los componentes, lo que no suele ocurrir pronto (lógicamente). Aun así, como digo es la mejor manera de obtener Android puro tal y como lo idea Google en un teléfono de otra marca.

dirvers android

Otra razón para cambiar de rom es que los cocineros suelen añadir nuevas funcionalidades, portando aplicaciones existentes de otras marcas directamente en nuestro terminal, por ejemplo reproductores de música que en nuestro terminal producen una mejora de sonido sustancial, o mejoras en la calidad de imagen.

 

 

Y por último, pero no por ello menos importante, porque se puede, sencillamente. El mundo de la informática está lleno de frikis a los que nos gusta toquetear, meter mano (a nuestros móviles también), curiosear, aprender todo lo que se puede aprender de este mundillo.

 

¿Por qué no cambiar de rom?

También hay razones por las cuales no querer cambiar una rom.

La primera de todas es la vagancia (¡Vagos! ¡Que sois unos vagos!). Entiendes todo el proceso, y sabrías hacerlo bien todo a la primera, pero te da pereza. Lo reconozco, yo estoy dentro de este grupo.

 

Otra razón: No es difícil, pero tampoco es pan comido para alguien que no suele tener mucho contacto con el PC, más allá de ver el Facebook, Twitter y XVideos consultar el correo. Para cambiar una rom es necesario tener los pasos muy claros y seguirlos en orden. Para eso recomiendo leer una y otra vez todos los pasos y los posibles problemas derivados de este proceso. Afortunadamente hay foros dedicados a estos temas, y la gente asidua a estos foros son muy amables y atendrán las dudas con mucho gusto.

 

Una razón más. Los fabricantes cada vez se ponen más las pilas a la hora de optimizar (cada vez es mayor la competencia), llegando al punto de conseguir un rendimiento más que aceptable con su rom oficial, y ofreciendo a los consumidores lo que buscan, e incluso funciones que otras no ofrecen.

 

La razón más importante: ¿Y si la rom que instalo le “sienta mal” a mi móvil? Aun tratándose de una rom stock, no olvidemos que el código fuente lo ha tocado una persona ajena a la marca, por lo que no tiene un conocimiento tan profundo del sistema, hardware y demás como un técnico de la propia fabricante, por  lo que a veces se producen fallos que en una rom stock oficial no ocurren. Pero es cuestión de elegir una rom que tenga menos de estos fallos. Además, si la rom es AOSP, como una Cyanogen Mod, si el fabricante no ha liberado los drivers de los componentes, es posible que no podamos acceder a ciertos componentes de hardware de manera efectiva, por ejemplo la cámara. Esa cámara de 13 mpx con autofoco por láser que monta el LG G3 se queda en una simple cámara cuya compresión y postprocesado de imagen no llega a tener la misma calidad que en una rom oficial.

 

En resumen

 

Hoy día el que tiene un Android tiene la posibilidad de cambiar totalmente tanto el aspecto visual como el rendimiento de su terminal, dedicando unas escasas horas, renovando por completo su “viejo” móvil, darle una nueva vida, y diciendo “¡No!” a la llamada obsolescencia programada. Pero también se pueden cometer algunos errores y al final acabes dedicándole más horas de las necesarias para ponerlo a punto, pero el resultado seguro que merece la pena.

 

En tus manos lo dejo.

 

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